Ya ha pasado el ecuador de mi segunda exposición y puedo decir sin lugar a dudas, que estoy feliz con el resultado.
Hasta aquí días de intenso trabajo , arráncandole horas al día de una ocupada mamá polifacética.
Está gustando muchísimo, he recibido felicitaciones, enhorabuenas y mucho cariño departe de toda la gente que conoció y convivió con mi padre.
A parte, he tenido ventas, así que , ¿qué más puedo pedir?
A casi todos les impacta el cuadro que le he dedicado, que lejos del estilo que me caracteriza, lo retrata con bastante fidelidad y a todos evoca su presencia. Fué el primero que encontró su lugar en el local expositivo, presidiendo la sala y con el paisaje que le vió nacer por fondo.