Tarta coche R7

Qué mejor excusa para hacer una tarta fondant, que obsequiar a mi hermano en su 48 cumpleaños.
Quería hacer algo diferente y original. Cuando navego por internet, me gustan mucho las tartas con forma de algo. Pensé qué es aquello que le podía gustar....y ya que los coches son una de sus aficiones, me acordé del que fuera su primer coche, hace ya un puñado de años. El entrañable Renault Siete.
Hay que reconocer que era un coche más bien feo, pero fué el que en su día pudo comprarle mi padre y que él sigue recordando con gran cariño, tanto que hasta tiene una miniatura de ese modelo.
No es perfecta, pero lo que cuenta es la ilusión con que la he hecho y saber que íbamos a comerla en familia.

 Lleva una pequeña base debajo para evitar que se hundiera y las ruedas, a falta de fondant oscuro, las dejé tal cual, de bizcocho.
El bizcocho que la forma es también muy original y me ha sorprendido lo bueno que está.
Se trata de un bizcocho de chocolate y Coca-Cola.Una rara combinación, que sin embargo tiene muy buen resultado.Os dejo el link del blog dónde la encontré, http://www.pepinho.com/2007/10/pastel-de-chocolate-y-coca-cola.html. Queda un bizcocho suave y jugoso pero bien compacto para dar forma a una tarta de este tipo.
Os dejo a continuación la receta, únicamente que esto ha que adaptarlo a cada horno, en el mío fueron 1 hora y 20 min. aproximadamente.






Ingredientes

• 250 gr. de harina con levadura
• Una pizca de sal
• ½ cucharilla de bicarbonato sódico
• 3 cucharadas soperas (colmadas y generosas) de cacao puro en polvo (Valor)
• 300 gr. de azúcar polvo
• 2 huevos batidos
• 1 cucharilla de extracto de vainilla. (yo he usado vainilla en polvo)
• 250 gr. de mantequilla
• 175 ml de Coca Cola
• 250 ml de leche entera

-Precalentamos el horno a 180º C. Engrasamos y enharinamos un molde. En este caso, he usado uno   rectangular.


-Tamizamos la harina en un cuenco grande (o muy grande). Añadimos el bicarbonato, el cacao en polvo, una pizca de sal (realza el sabor del chocolate) y el azúcar glasé. Mezclamos bien hasta que esté repartido de modo más o menos uniforme.


-Batimos los huevos con la vainilla y los añadimos. Mientras tanto, derretimos la mantequilla en un cazo a fuego suave y sin dejar que hierva. Añadimos la Coca Cola con la mantequilla, removiendo para que se mezcle bien. Echamos la leche y retiramos del fuego.


- Rápidamente vertemos los líquidos sobre la mezcla de la harina, removiendo a medida que lo añadimos. Con ayuda de una espátula, mezclamos con cuidado hasta que no queden grumos y la masa (fluida) esté homogénea.


-Echamos sobre el molde e introducimos en el horno precalentado a 180º C durante unos 40-60 min., hasta que al insertar un palillo no se pegue nada. En el último cuarto de la cocción podemos bajas algo la temperatura para que se haga por dentro.
-Una vez cocinado, abrimos el horno, lo dejamos unos minutos con el horno abierto y lo retiramos para dejarlo enfriar en el molde, por lo menos durante unos 20 minutos.
Yo lo hice a la noche y dejé enfriar hasta el día siguiente para poder cortarlo con más facilidad.

Como relleno, un ganache de chocolate blanco. Y para la cobertura, el fondant casero de esta entrada, así como algunos detalles con papel de horno, a falta de rotuladores comestibles.
Me faltó colorante rojo y naranja para los intermitentes, pero bueno, luego pensé que tal vez podría haber usado gominolas.

Aspecto del corte.

-Para el ganache usé 200 gr de chocolate blanco y 200 ml de nata líquida. Se pone al fuego todo junto y se retira justo antes de hervir.
Lo dejé enfriar también de un día para otro y lo batí justo antes de rellenar y cubrir el bizcocho.

Desde luego, la cara de sorpresa de mi hermano, no tenía precio.
Aquí posamos, yo con mi humilde obra y él con su miniatura...

Y para esta ocasión, look Almatrichi. Un vestido precioso que aún no había tenido ocasión de estrenar y ya se estaba aburriendo en mi armario...

También me han llegado mis últimos regalitos de cumple, que por circunstancias llegaron con retraso. Podéis verlos AQUÍ.